24 JULIO
20H
PLAZA RAMÓN
DE LA SOTA-PUERTO DE SAGUNTO
El gobierno debe plantar cara a Alemania, expropiar GALMED, mantener los puestos de trabajo y abastecer el mercado español de galvanizado. El gobierno tiene la obligación de defender la industria de su País En EU tenemos la convicción de que el destino de GALMED quedó sellado
el 4 de octubre de 2012, cuando se reunieron en Madrid el ministro de
Industria,Energía y Turismo, José Manuel Soria, y el Ministro de
Economía y Tecnología y Vicecanciller alemán, Dr. Philipp Rösler, para
tratar sobre las diferentes vías en las que se está trabajando, para
mantener y fomentar una industria europea fuerte, que sea capaz de
elevar la competitividad de los distintos sectores. Concluyeron su
encuentro sentando las bases para seguir trabajando en el fomento de
la industria europea. Y esta convicción la reforzó el ministro con la respuesta que le dió a
una pregunta del diputado de EU Ricardo Sixto sobre las acciones que
pensaba adoptar para defender GALMED: Las decisiones que plantea
ThyssenKrupp Galmed se enmarcan en el ámbito de la libertad de gestión
de la empresa, en el que el gobierno no puede intervenir por tratarse
de un ámbito de decisión privado. Y no ofrecía más solución que los
mecanismos reguladores de los EREs en que el papel de la autoridad
laboral se reduce a«comprobar que la solicitud reúne los requisitos
exigidos, advirtiendo, en caso contrario, para su subsanación por el
empresario; comunicar la iniciación y finalización del expediente a
la entidad gestora de la prestación por desempleo y a la Inspacción
de Trabajo y Seguridad Social; y velar por la efectividad del periodo
de consultas, pudiendo llevar a cabo, a petición conjunta de las partes,
actuaciones de mediación». Estas son todas las acciones que un gobierno
que se las da de patriota, iba a emprender para defender la planta de
Galmed. La cuestión es que no es un problema de libertad de gestión, porque Galmed es rentable y mantiene intacta su cuota de mercado. El 80% de su
producción es el mercado español. ThyssenKrupp pretendereirse del gobierno,
y de nuestra ciudad, pues no quieren vender Galmed, para no crearse
competencia. Lo que quieren es, simple y llanamente, el control del mercado del acero en Europa. Se trata pues, de una decisión política que se enmarca dentro de las inminentes elecciones en Alemania y Angela Merkel quiere demostrar que defiende la industria alemana. El gobierno de Rajoi debe demostrar que no son unos vendepatrias, debe plantar cara y presionar a Alemania. Se puede amenazar con no devolver la deuda, si no quieren vender y, si se niegan, debería expropiar y nacionalizar Galmed, con su cuota de mercado.
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