jueves, 26 de enero de 2012

Entrevista a Carlos Berzosa




“Si no hay respuesta social ni política, los mercados financieros se crecen”


CARLOS BERZOSA

Exrector de la Complutense y catedrático de Economía Aplicada 
Entrevista de Rafa Arjones en el diario Información

Pocos conocen tanto como él las causas de la crisis y, aunque reconoce que no hay soluciones sencillas, Carlos Berzosa mantiene la esperanza de que una reacción de la sociedad provoque un cambio en un sistema que, afirma, "nos tiene a todos atrapados".

¿Realmente hay alternativas al capitalismo financiero?
Siempre hay, pero no las que se están poniendo en marcha. Primero hay que ver quién provocó la crisis. Las causas fueron los excesos financieros y en España la burbuja inmobiliaria. No se han tomado medidas para volver a dar créditos y sin créditos la economía no funciona. Además hay miles de viviendas sin vender. Ahora se hacen frente más a los efectos de la crisis que a las causas. Es como dar una aspirina a un enfermo y no ver por qué enfermó.

¿La única solución ahora a la crisis es el ajuste económico?
Eso es que es peor. El ajuste lleva a una recesión. Si no se crece no pagamos la deuda y si reduces el déficit, no creces. Así Japón estuvo 10 años... Podemos llegar a una situación muy crítica. Ahora no hay inversión privada. Si el sector público también recorta y bajan los sueldos y encima no hay confianza, la gente no consume.

Zapatero intentó invertir y crear empleo con el Plan E y no funcionó...
No, no funcionó, pero fue porque creía que la crisis iba a ser más corta y menos grave y además el dinero no se utilizó de forma adecuada. Se usó para salir en la foto.

¿Y cómo se sale de este círculo vicioso?
El problema es que la UE ha demostrado sus flaquezas. No hay instituciones fuertes ni líderes fuertes. No hay mecanismos de respuesta conjuntos.

¿Rajoy tiene alguna capacidad de maniobra?
Muy poca, sobre todo porque la economía española tiene poca capacidad de influencia en la economía mundial. Lo mismo le pasó a Zapatero. Sí podría aplicar un sistema fiscal más progresivo, aunque si no lo hizo Zapatero, menos lo va a hacer Rajoy. Que paguen más los ricos. Muchas empresas siguen ganando un montón mientras a los demás nos han reducido los sueldos. Y en cuanto a las viviendas que hay sin vender, a lo mejor hay que crear un fondo público para que la gente acceda a las viviendas en alquiler.

Entonces ¿cómo vamos a salir de la crisis?
De la crisis sólo se sale si es a nivel mundial. Hay que ir a la tasa Tobin, una tasa de transacciones financieras que ahora se está reivindicando, hay que acabar con los paraísos fiscales, hay que regular a los bancos que nos han llevado a esto y que no sea el libre mercado el que lo regule todo.

En uno de sus artículos alerta del fin del estado del bienestar.
No sé si su fin, pero si sigue habiendo recortes en sanidad, educación, recortes en la ley de dependencia, en investigación, puede que quede tan malherido que ya no sea lo que era y al final acabemos recurriendo a la privada y dejando a lo público como si fuera de beneficencia.

De momento vamos aguantando, pero ¿cuánto puede aguantar una sociedad con más de un 20% de parados?
En España hay un colchón que es el familiar pero eso al final se acaba aunque en general estamos aletargados. Tenemos una sociedad desarticulada sin capacidad de respuesta, pero nunca se sabe. Nadie esperaba lo de la primavera árabe ni lo del 15M.

¿Sirven de algo movimientos como el 15 M?
Yo creo que siempre sirven. A veces con estos movimientos se consiguen muchas libertades y derechos. Yo vengo de una época de dictadura y luchando se han logrado muchas cosas. Las protestas van calando.

¿Cuándo cree que empezará a mejorar la situación?
Ya veremos. Depende en gran medida de si hay respuesta social y política. Si no la hay, los mercados financieros se crecen. Hay que salir a la calle pero para hacer propuestas progresistas. El problema del capitalismo es que nos tiene cogidos a todos con la hipoteca, con los gastos... y no hay protección social suficiente. La protección se acaba y te quedas a la intemperie. Las posibilidades de éxito del capitalismo estriban en que la gente tenga miedo. La inseguridad en el trabajo es lo que hace a la gente ser dócil. Con todo, no hay que ser pesimista. Como decía Gramsci, el gran filósofo italiano, hay que ser pesimista en la inteligencia pero optimista en la voluntad. Yo confío en que la gente, antes o después, reaccione.

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